19 febrero, 2009











Después de realizarle una pequeña intervención quirúrgica a mi celular Sony Ericsson K610i,
la frustración en mi búsqueda sobre el microprocesador que tan maravillas hace en este dispositivo es bien patente. Sin embargo, continuaré en mi empeño por saber quién fabricó el cerebro de mi teléfono móvil.
























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