
Conforme a este estudio estadístico, y comparándolo con los datos del último censo de la población realizado por el INE; con una densidad de 44.1 millones de habitantes en el año 2005; se llega a la conclusión de que directivos y ejecutivos de las empresas mencionadas no computan su cuota de mercado por número de terminales, sino por número de líneas telefónicas contratadas. Cuestión, por otra parte, muy lógica; pues lo que realmente ofrecen es el servicio a través de la línea y no la venta del medio por el que se procura. Esta conclusión obliga a plantearnos la siguiente cuestión: ¿cuál es realmente el porcentaje máximo de mercado cuando a una misma persona se le puede asociar más de una y más de dos líneas?.
A ello, hay que añadir la existencia de tarjetas de prepago cuyo anterior sistema, modificado después de los atentados de Atocha en Madrid, hacía imposible vincular cliente con línea. Las innovaciones tecnológicas también han contribuido a que la cifra de líneas supere al número de habitantes: las tarjetas empleadas en ordenadores para conectarse a Internet sin cables computan para el estudio como línea, así como otros dispositivos que permiten consultar correo electrónico; por ejemplo. Y no sólo quedan vinculados las líneas telefónicas a clientes físicos; sino que también se vinculan a sistemas de alarma; pero están líneas se descartan del estudio.Lo verdaderamente cierto es que el crecimiento de la telefonía móvil sigue aumentando, aún cuando se asemeja que el mercado está saturado. Parece que las gráficas de representación quedan obsoletas frente a una tecnología que lejos de entrar en esta nuestra crisis, crece como la hierba; se desconoce si mala o buena.