Por las fuentes consultadas, se trata de una aplicación novedosa de entre las incontables que podemos disfrutar de un teléfono móvil. A priori, no parece una utilidad que vaya a emplearse. Y, ciertamente, que así sea si es para la finalidad principal con la que fue creada. Para otras tantas; como abrirse paso entre una noche cerrada en la montaña, situarnos en una habitación en la que se ha ído la luz, ... el autor deja libre pensamiento creativo y deja de proponer otras alternativas tan poco constructivas. Mi argumento para emprender un esfuerzo en el estudio de la fusión de sendos sistemas se resume de la siguiente manera: si el usuario cuenta con la oportunidad de plantearse la utilidad del sistema después de haberlo empleado para lo que fue concebido, debe abandonar su planteamiento porque buena inversión se habrá consumido.
Existen diversos sistemas de prevención y de protección contra incendios. Los podemos ver en Centros Comerciales, en nuestros puestos de trabajo, en nuestras zonas de estudio, ...
Tan próximos y tan poco familiares. Y cuando los necesitas parecen no estar. ¿Por qué no ponemos al alcance de cualquier mano la posibilidad de resolver qué camino seguir cuando la situación de un incendio me lo exige?. Resta sopesar el coste económico, pero estoy convencido que ese obstáculo más tarde o más temprano quedará salvado, pues; en cuanto a un inconveniente técnico, me consta que en campos de aplicación militares cuentan con la tecnología necesaria.
El trabajo comienza con una breve introducción histórica sobre los descubrimientos de la radiación infrarroja y las invenciones de los detectores sensibles a su energía y de los que carece nuestro sistema visual humano.
A continuación se realiza un corta andadura por las aportaciones de físicos y matemáticos de la talla de Planck (que intentó convencer a Hitler para que perdonase a los científicos judíos), Kirchhoff (el mismo que nos ofreció herramientas para resolver problemas de Análisis de Circuitos), Boltzmann (un alma atormentada que se suicidó por temor al rechazo de la comunidad científica), Wien (premio Nobel de Física en 1911; siete años antes que Planck), Stefan (inseparable de Boltzmann en la Ley que lleva sus nombres y que a los trece años le tocó vivir la revolución eslovena; lo que le llevo a simpatizar con su literatura; por lo que además fue poeta de esa lengua).
Seguidamente y, sin complejos calculos infinitesimales, se plantea las expresiones matemáticas de cada uno de estos brillantes científicos. Expresiones que deberan respetar los distintos algorítmos que se implementan en el tratamiento digital de imagen. Algunos de ellos comentados muy brevemente y acompañados también de fórmula matemática: esa gran desconocida.
Luego, se aborda los elementos que conforman cualquier sistema de imagen infrarroja: óptica, detector, procesador y pantalla. Se procura llevar a cabo un estudio de sus características y clasificación; para decidir cual conviene a la aplicación planteada.
Después se expone un listado de los campos de aplicación en los que tiene cabida el sistema de visión infrarrojo y se añade un ejemplo real. Decir que ardua tarea a supuesto al autor de esta misiva el alcanzar infructuosamente con la información deseada para el bien del conocimiento del tema.
El siguiente punto está destinado propiamente a resolver el problema de la implementación de ambos sistemas. No lo he logrado. Los parámetros que desearía haber seguido para ello eran: coste económico, integración física de un sistema en otro, eficiencia de ambos sistemas, ... Una labor que llevaría tiempo en comparar elementos, dispositivos, etc.
Para finalizar querría dedicar mi empeño en sacar adelante este trabajo a la memoria de un niño de 3 años que falleció estas pasadas fechas de Semana Santa a causa de un incendio acaecido en el inmueble en el que se encontraba con su madre, horas después también fallecida. Desearía, desde mi interior, que si hubiesen dispuesto de la aplicación que propongo, tal vez, hubiesen tenido la oportunidad de salvar sus vidas al elegir el camino que les condujo a sus muertes.
